ENFERMEDADES RESPIRATORIAS | BRONQUITIS AGUDA



BRONQUITIS


Es la inflamación de los bronquios (vías respiratorias que conectan la tráquea con los pulmones) que produce una tos consistente que se acompaña de una cantidad considerable de esputo. Hay dos formas de bronquitis, la aguda (de comienzo brusco y de corta duración) y la crónica (persiste durante un lardo periodo y se repite durante varios años). Ambos tipos son más frecuentes en las personas fumadoras y en las zonas con gran contaminación atmosférica.




BRONQUITIS AGUDA


Es la inflamación aguda de los bronquios, que afecta en particular a los bronquios gruesos y medianos (extrapulmonares) y a veces también a la tráquea.

Esta enfermedad es más frecuente en el niño y las personas de edad avanzada. Se observa, especialmente, en las estaciones frías, el otoño y el invierno.


CAUSAS: Se distinguen las siguientes causas:

a)    Infecciones de las vías respiratorias. Se produce cuando se desarrollan sobre las paredes bronquiales los numerosos microbios que afectan normalmente las vías superiores.

b)    Factores alérgicos. La bronquitis aguda asmática es la que suele tener mayor incidencia en los niños. En el adulto se observan accesos bronquiales en el padecimiento de dolencias tales como la fiebre del heno y, excepcionalmente, en la urticaria.

c)    El enfriamiento desempeña un papel importantísimo como coadyuvante de la aparición de la bronquitis aguda.


SÍNTOMAS: La dolencia suele empezar con los síntomas típicos de un enfriamiento simple y banal: estornudos frecuentes y abundante mucosidad nasal. Posteriormente aparece la tos, la expectoración mucopurulenta y el dolor en el centro del pecho; el paciente se encuentra débil, sin apetito y con dolores reumatoides difusos. La fiebre no suele ser muy elevada e incluso puede llegar a faltar. La evolución de la enfermedad es de una a tres semanas, transcurridas las cuales se resuelve, siempre y cuando no se presenten complicaciones.

Si la inflamación se localiza, únicamente, en la tráquea y en los bronquios superiores, no se suelen observar signos físicos externos; pero cuando la inflamación se presenta en los bronquios de mediana dimensión, se producen sibilaciones y la voz se muestra con las características “roncus”.




DIAGNÓSTICO: Toda enfermedad que compromete los bronquios puede dar signos de bronquitis.

En el niño, una bronquitis que persista hará pensar en adenopatías del mediastino (enfermedad de los ganglios linfáticos en esa parte del organismo), o bien en asma o dilatación bronquial.

En el adulto, existen numerosas neumopatías que se acompañan de bronquitis aguda, en especial, la tuberculosis, la dilatación de los bronquios, la bronconeumonía y el cáncer de pulmón.

En algunas ocasiones, una bronquitis es precursora a una gripe, sarampión, tosferina o tifus.

Es importante comparar los diversos diagnósticos para establecer si la bronquitis aguda se presenta aislada o asociada a otras enfermedades del aparato respiratorio.


TRATAMIENTO: El enfermo deberá guardar cama bien abrigado, pero con la habitación muy ventilada, con las ventanas abiertas, evitando cualquier corriente de aire. El régimen deberá ser lacto-ovo-vegetariano, aunque los dos primeros días puede pasarlos con caldo de cebolla y zumos de frutas en comidas repetidas.

Se realizaran baños de vapor de peso y cabeza, al menos una o dos veces al día, quitando rápidamente el sudor al enfermo con un paño mojado en agua templada, con el objeto de que no se enfrié y pueda agravarse su estado. Por la noche es conveniente colocar una compresa caliente sobre el pecho. El baño vital, efectuado dos veces diarias, contribuye a acelerar la curación.
Para curar esta enfermedad son aconsejables las siguientes plantas medicinales: pulmonaria, polígala, grindelia, énula campana, tusílago, malvavisco, liquen de Islandia, hiedra terrestre, amapola, angélica, pino, eucalipto, llantén, zanahoria, etc.

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