BRONQUITIS CRÓNICA
Es
una inflamación crónica de los bronquios que se presentan a causa de continuos
padecimientos de bronquitis agudas. En otras ocasiones puede surgir con los
caracteres propios de cronicidad, sin que el enfermo haya sufrido ningún ataque
previo de bronquitis aguda.
Es una
dolencia característica de la edad avanzada y suele aparecer frecuentemente en
las estaciones frías.
CAUSAS:
No existen microbios patógenos propios de la enfermedad. Las causas
desencadenantes de la bronquitis crónica son varias y diversas:
a) Infecciones rinofaríngeas. Son ataques repetidos de infección
que se acompañan de pus, el cual desciende hasta la mucosa bronquial provocando
su inflamación.
b) Bronquitis de los asmáticos. Se produce por una complicación
de un asma bronquial que, después de muchos años de evolución, con frecuentes
ataques de bronquitis aguda, acaba por degenerar en una inflamación crónica de
los bronquios.
c) El abuso del alcohol y del tabaco en bastantes casos, o
bien un estado general deficiente desde la infancia, son factores
predisponentes a la aparición de una bronquitis crónica.
SÍNTOMAS: No existen generales definidos que afecten al enfermo. Suele
faltar la fiebre y la disnea o dificultad respiratoria sólo se manifiesta en
los estados avanzados y graves de esta dolencia.
El
mayor tormento del paciente es la tos continua que produce una expectoración abundante
mucopurulenta, que, con los años, acaba adquiriendo un olor fétido. Los ataques
de la tos son más frecuentes por la mañana al levantarse y por la noche al
acostarse.
DIAGNÓSTICO: El diagnóstico de esta enfermedad es muy delicado ya que
puede ser confundida fácilmente con otras dolencias más graves, al presentarse,
en ocasiones, como un síntoma de estas.
En cualquier
caso, si se han producido accesos de bronquitis aguda repetidamente y después se
presenta el síntoma descrito, puede pensarse en el padecimiento de una
bronquitis crónica.
TRATAMIENTO: El enfermo deberá seguir el régimen lacto-ovo-vegetariano.
Para una mayor rapidez de la curación, aconsejamos seguir durante las primeras
semanas, el régimen vegetariano riguroso, o a un mejor, el régimen crudivoro
purificador.
También
es recomendable realizar baños de vapor de pecho durante quince o veinte
minutos a días alternos añadiendo al agua caliente yemas de pino o de abeto. A continuación
de vapor, se deberá secar el sudor con un paño húmedo y acostarse en seguida
bien abrigado.
Para
combatir la enfermedad, se aconseja el cocimiento de yemas de abeto o pino
silvestre, que suele dar excelentes resultados.
También son muy útiles las plantas medicinales siguientes: drosera,
pulmonaria, gordolobo, amapola, liquen de Islandia, malvavisco, angélica,
eucalipto, llantén, tusílago y zanahoria.
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