ANSIEDAD
Estado
psicológico desagradable, que puede ir desde una ligera inquietud hasta un
temor intenso. La persona ansiosa suele tener una sensación de inquietud
inminente, aunque no exista una amenaza evidente, y presenta diversos síntomas
físicos y psicológicos. Siempre es normal un cierto grado de ansiedad, que nos
ayuda a mejorar nuestro rendimiento. No obstante, la ansiedad se convierte en
un síntoma patológico cuando empieza a inhibir el pensamiento y a alterar las
actividades normales de la vida cotidiana.
CAUSAS:
Diferentes ares de investigación dan distintas teorías sobre la causa de la
ansiedad. Los estudios de fisiología demuestran que los individuos ansiosos
tienen una mayor sensibilización del sistema nervioso central, de una manera
que reaccionan con mayor intensidad y se adaptan más lentamente a las
circunstancias. Esa sensación da lugar
además a síntomas físicos (como palpitaciones), que son muy desagradables y
refuerzan la ansiedad.
Los
psicólogos conductistas piensan que la ansiedad es una respuesta aprendida ante
el dolor o las dificultades psicológicas.
Freud
estableció la teoría psicoanalítica y añadió el término: <neurosis de la
ansiedad>; Freud opinaba que la ansiedad nacía de problemas de la infancia
no resueltos y reprimidos.
SÍNTOMAS: Los síntomas más frecuentes guardan relación con el pecho palpitaciones
(sensación de que el corazón late más fuerte y deprisa), dolores punzantes,
sensación de tirantez y de falta de aire, y tendencia a suspirar o respirar
profundamente.
Entre
los síntomas gastrointestinales destacan la sequedad en la boca, la sensación
de distensión, la diarrea, las náuseas, los cambios en el apetito, la
eructación constante y las dificultades para tragar.
Las
personas ansiosas suelen tener una sensación constante de que algo malo va a
ocurrir. Pueden temer que les afecte una enfermedad crónica o grave, y esa
sensación y esa sensación se ve reforzada por síntomas físicos ya mencionados,
o que corra peligro la salud o la integridad de sus familiares o amigos.
TRATAMIENTO: El tratamiento de la ansiedad resulta mucho más eficaz cuando existe una razón identificable y justificada para el estrés y cuando los pacientes tienen una personalidad estable. El tratamiento se basa en la tranquilización, el asesoramiento y la psicoterapia, así como en el empleo de medicamentos ansiolíticos (especialmente las benzodiacepinas).
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